GRED-UNIBE

Grupo de Estudiantes de Derecho de la Universidad Iberoamericana

Legalización del aborto en República Dominicana

Escrito por:
Dimisel Hernández (Estudiante de Derecho, Redactora Blog GRED-UNIBE
)

Se que estoy jugando con fuego al ponerme a hablar sobre la legalización del aborto en nuestro país, pues el 90% de los dominicanos tiene pensamientos puramente teológicos y me podrían catalogar como inhumana e incluso poco temerosa de Dios al ponerme a escribir a FAVOR de la legalización del aborto en nuestra Quisqueya. He de aclarar que los motivos que me inducen a estar a favor de este avance de la ciencia, son mociones puramente realistas, económicas y jurídicas. Pues, a pesar que desde 1884 el Código Penal Dominicano penaliza el aborto, cientos de mujeres se lo practican de manera clandestina, ya sea con doctores inexpertos o por medio de fármacos que le provocan abortos premeditados; esta es una realidad que la iglesia se niega a ver: el aborto a pesar de estar penalizado es practicado en nuestro país desde siempre.

Conviene decir que el aborto es la expulsión o extracción de un embrión de menos de 22 semanas de gestación. En la actualidad los métodos más usados son: el aborto por succión, el aborto terapéutico y el aborto por Dilatación y Curetaje. Donde de los tres los expertos recomiendan, por ser menos traumatizante, el aborto terapéutico. Que consiste en la destrucción y expulsión del feto con la específica finalidad de salvar la vida de la madre o evitar graves riesgos para la salud.1

Desde enero del año en curso, el tema del aborto se ha puesto en primera plana como consecuencia de la reforma constitucional. Iniciándose una constante pugna entre el Estado y la Iglesia Católica, ambos prominentes sectores de la sociedad mantienen sus argumentos para defender su posición.

Por un lado esta la iglesia, argumenta que “la sociedad tiene que buscar, así como hay centros para atender niños, también hay que buscar soluciones a favor de la vida, para los niños que resultan de una violación así como darle una atención cualificada a la madre» según el Secretario General del Episcopado, Mons. Ramón Benito Ángeles. Y en un documento titulado «Un código para la vida o un código para la muerte», los obispos señalan que «estamos de frente a una irracional amenaza de legalización del aborto»2.

Además, el Dr. Julio Manuel Rodríguez Grullón dijo a la prensa: «En nuestro país, por la gran influencia que ha tenido en él desde sus orígenes, la Iglesia Católica, el aborto se considera un crimen y es penalizado como tal. Periódicamente los amigos del libertinaje, que quieren servirse de la mujer, únicamente como instrumento de placer, retan esta ley y buscan la maneras y subterfugios de justificar y encubrir sus propósitos»3.

Mientras que, por otro lado, Nils Kastberg (director regional de UNICEF para Iberoamérica y el Caribe) decidió apelar a los legisladores dominicanos para reclamarles que considerasen la despenalización del aborto, con el argumento de que así no forzarían a las mujeres a sufrir «procedimientos inseguros”. También sugirió un comportamiento «hipócrita», por el hecho de que la tasa nacional de nacimientos por parte de madres adolescentes es mal alta que la del promedio de los países de la zona. Kastberg realizó estas advertencias mientras visitaba la capital de santo Domingo a finales del pasado marzo4

El Artículo 317 del Código Penal Dominicano sanciona con pena de prisión de seis meses a dos años, a toda mujer que se provoque un aborto, con o sin asistencia, en tanto que impone penas que oscilan entre los cinco y veinte años al personal médico que interviene en su realización. Pero como todos sabemos, hasta estos días no se ha presentado a la vía pública ningún caso un aborto en Dominicana.

Pero no todo está perdido, pues el Dr. Llibre Tello llevó una profunda investigación que transcurrió entre 1985 hasta el 2006, sobre los Abortos Provocados en la RD que no han sido publicados. Y por medio de su página Web compartió lo siguiente:

“Los hospitales públicos y las clínicas privadas reciben a diario cientos de pacientes que han iniciado un proceso abortivo provocado por las mismas pacientes, sobre todo con la toma de Misoprostol, el llamado comercialmente Cytotec, que es un análogo de las prostaglandinas, el cual se expende libremente en cualquier farmacia e incluso en colmados, si es tomado inadecuadamente , tanto en el tiempo como en la cantidad o la vía de introducción al organismo. Hemos presenciado resultados diversos e irregulares en varias embarazadas que lo han tomado.

En el caso típico, algunas horas después de ser ingerido, la mujer entra en trabajo de parto y expulsa el feto, pero después de eso las contracciones se vuelven difíciles de controlar. Los dolores abdominales son intensos, mucho más fuertes que cuando sucede un aborto natural; y la mujer puede sangrar tanto y en tal cantidad, que está casi siempre obligada a ir luego a un hospital. Restos del feto o de la placenta pueden haber sido retenidos dentro del útero durante todo este tiempo y haber provocado una infección local. Por otro lado, está demostrado hasta la saciedad que en los países donde se ha aprobado el aborto, éste, realizado de forma legal, disminuye las secuelas tanto psicológicas como físicas de las pacientes que se someten al procedimiento y, sobre todo, disminuyen drásticamente las muertes por estas causas. Según datos extraídos del estudio del Instituto Guttmacher, en el año 1994 en República Dominicana, se produjeron 82,500 abortos que representaron el 30 % de todos los embarazos. De cada 100 embarazos, 28 terminaban en abortos provocados y 20 de ellos en nacimientos no deseados, los que sumados representan 48 % de embarazos no deseados. La red de hospitales de Salud Publica, los de la Seguridad Social y el Hospital de las Fuerzas Armadas realizaron 26,438 abortos durante el año 2004. En el 2005 se calculó que en el país se producen unos 100,000 abortos cada año. La Maternidad La Altagracia y el Materno Infantil de lo Minas realizaron o finalizaron 11,000 abortos provocados durante el año 2006. En una encuesta entre estudiantes universitarios de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, entre 577 de ellas, se encontró que el 39.1 % de ellas abortó durante el año 20065.”

La eliminación del feto o embrión es una práctica tan vieja como la propia humanidad. Cada cultura ha tenido que encararla con arreglo a sus convicciones morales y a los valores de su tiempo. El aborto provocado ha sido siempre una herida abierta en la conciencia de los pueblos, una interrogante a la sensibilidad ética y, a la vez, un acontecimiento indeseable que con frecuencia las personas implicadas han procurado ocultar. Pero OCURREN, esa es la pura realidad que algunos sectores no han querido aceptar. Los legisladores dominicanos y la iglesia que tanto se opone, tienen que aceptar que la sociedad está en cambio y no podemos quedarnos en los rutinarios métodos jurídicos. Los abortos son realizados en la sociedad dominicana y necesita que el Estado los regule y dicte leyes en donde se plasmen los requisitos para llevarlos a cabo, las consecuencias para los médicos si una joven muere por una mala aplicación, hacia donde la madre o familiar puede dirigirse si la joven muere al intentar evitar que otra vida venga al mundo a sufrir, ya que ella no seria una buena madre.

Pues se ha de admitir que ser madre es un regalo de Dios, y quienes sienten deseos de abortar no quieren serlo y permitirlo es sinónimo de traer al mundo a un niño a sufrir. Por otro lado hay que plantearse, como dijo el director regional de UNICEF para Iberoamérica y el Caribe, que cada año aumentan los embarazos de adolescentes inexpertas que pretenden criar muchachos cuando ellas aún lo son. Muchos argumentaran que –quien tuvo los “cojones”, que acepte su responsabilidad- pero se tiene que ser realistas y aceptar que nuestra sociedad esta llena de ignorantes y traer al mundo un niño para ser criado por una menor, es simplemente un fracaso. Por otro lado están las violaciones, una mujer/joven/niña que es violada subsiste con el trauma de ser abusada sexualmente, y si como consecuencia de esto lidiar también con un embarazo que le recordara esa horrible experiencia, es simplemente horrible.

“El derecho es un fiel servidor de la realidad por eso debe seguirla a su paso”
Manuel Ramón Vázquez Perrota

El derecho ha ir a corde con los nuevos cambios de la sociedad y presentarle soluciones para perseverar en la paz y seguridad, esa es la misión del derecho. Simplemente legalizar el aborto en caso de violaciones y embarazos de menores, es ir a corde a los cambios de la ciencia.

Referencias Bibliográficas:

1 Romeo Casabona y Carlos María. 1981. El Médico y el Derecho Penal La actividad curativa. Barcelona: Bosch.
2ACI. 2006. “Diputados abren puertas al aborto legal en República Dominicana”. Aciprensa virtual SANTO DOMINGO, Julio. http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=13429
3EFE. 2009. “El Aborto”. La Información Virtual, Septiembre. http://www.lainformacionrd.net/index.php?idnoticia=623&seccion=11&nseccion=Editoriales&cat=opinion&a=
4 Tozzi, Piero. 2009. “UNICEF abogó por la legalización del aborto en República Dominicana”. HazteOir.org, Abril. http://www.hazteoir.org/node/19878

5 Dr. Llibre Tello, José. 2007. “Abortos Provocados en la República Dominicana”. José Llibre Google Page Virtual, Abril. http://jose.llibre.googlepages.com/elabortoprovocadoenrepublicadominicana

Publicado por:
Javier Cabral (Estudiante de Derecho, Comisión Recursos WEB GRED-UNIBE)

2 comentarios el “Legalización del aborto en República Dominicana

  1. mariani
    abril 10, 2011

    no estoy de acuerdo con la legalización del aborto porque al igual que a mayoría de las personas creo que nadie tiene derecho a quitarle la vida a una persona.

  2. Nunca estaré de acuerdo con el aborto, que no sea el terapéutico, es decir, el que se debe hacer cuando la vida de la madre esta en peligro por el hecho mismo del embarazo y esto tiene una lógica muy potente: Si hay que elegir entre una obra terminada y un proyecto, debemos decidirnos por la obra terminada; pero solamente en ese único caso, luego veo los otros tipos de aborto como una verdadera aberración humana. La cita que se me atribuye, aunque válida en otros escenarios, no es mía, es una máxima jurídica ancestral. Manuel Ramón Vásquez Perrotta.-

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Esta entrada fue publicada en octubre 7, 2009 por en Uncategorized y etiquetada con , , , , .